Ahí vienen los finales…

¡Oh no! Ya van a empezar los exámenes finales… o mejor dicho ya empezaron y desde el jueves. Pero como es mi costumbre: estudio un día antes, a pesar de tener dos exámenes de diferente materia y sin importar el grado de dificultad que impliquen…

Esta época no me gusta, porque mi vida feliz y rutinaria cambia por completo… ya no más clases ni tarea, pero sí más horas de estudio ¡iuk! Simplemente no estoy a gusto y por muchos factores:

*porque no puedo correr con libertad: si me fatigo aunque sea poco, no logro concentrarme bien.
*Porque no puedo leer absolutamente nada: si leo solo pienso en la lectura, por más tonta que sea, y los temas del examen los olvido por completo.
*porque no me puedo dormir en el transporte: mi compañera de asiento se la pasa contando chistes en el camión (quizá por nervios) y no deja dormir.
*porque no puedo jugar Wii: y lo peor es que tengo juegos nuevos, y cuando menos debo, más ganas me dan de jugar.
*porque me desespero fácilmente: hay tanto y a la vez tan poco tiempo libre que no sé cómo distribuirlo.
*porque hay presión: debo mantener mi beca y de ser posible aumentarla; mis padres no me obligan, pero esto es un reto totalmente ególatra.

¡Sencillamente no me gustan! Los exámenes finales y yo tenemos una gran enemistad, estamos peleados a muerte… pero yo ganaré esta irreverente batalla, y lo mejor de todo, será por partida doble: a los exámenes y a los maestros…