lunes, 27 de diciembre de 2010

El nuevo billete de $500, ¿cómo saber que no es falso?

Los “nuevos” billetes mexicanos de $500.00 ya no son una noticia porque fueron puestos a circulación desde el 30 de agosto de 2010. Sin embargo, si tu economía no es muy poderosa y no sueles lidiar con billetotes de esa enorme cantidad, quizá te pasó como a mí, cuando por primera vez tuve en mis manos a uno de ellos y sí: me saqué de onda, no por la cantidad, sino por el diseño...

-Wow, ¿y ese billete?
-Es de los nuevos de $500
-Órale, está padre... a verlo.

¿y ese señor qué? ¿quién es?
Es Dieguito, el despeinado, Rivera


Es por eso que, además de tener a Diego Rivera en uno de sus lados, antes de aceptarlo debes checar que tenga los siguientes 5 elementos, es muy fácil:

1. Toca la camisa de Diego y el 500
del lado izquierdo. Ambos tienen textura y se sienten raspositos. Fácilmente se nota la diferencia.




2. Checa la banda tridiminsional. Esta bandita se nota a simple vista, se parece a las banditas de los billetes de $100 y $200.



3. Mira a contraluz el cuerno de la abundancia. Al costado derecho, el billete trae la figura de México y una rosa de los vientos también.



4. Toca las barritas horizontales. Son 4 barritas y están ubicadas en el lado inferior derecho.



5. Checa que traiga a Frida. Y fíjate también que traiga la otra parte del cuerno de la abundancia y de la rosa de los vientos.




Verificar que los nuevos billetes de $500 no sean falsos es muy fácil gracias a BANXICO que, diseñando los nuevos billetes con características muy visibles, nos facilita la existencia a los que no tenemos maquinitas ni marcadores especiales para identificar billetes falsos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

El oso navideño más geek

Una vez que pasa el día de los muertos, el espíritu navideño sale a flote. En la tele con los comerciales, en las plazas con las ofertas y en las casas con el nacimiento y el arbolito. Para bien o para mal, la navidad llega y nadie se salva de ella; vamos, hasta a los mismísimos musulmanes y judíos les toca porque bien que se toman sus vacaciones, que ni le hagan...

El punto es que la navidad tiene onda porque consigo trae sonrisas (que luego se convertirán en lágrimas al ver el estado de cuenta del siguiente mes (pero ésa ya es otra historia)), ya sean de felicidad, de burla o de asombro.

Hoy, por ejemplo, me sacó la primera sonrisa cuando fui a comprar un atole chocolate a cierto café-imperialista y qué me topo con el oso navideño más geek de la historía:

¡Su bufanda de π!


Combísimo: (π) + (oso polar) + (espíritu navideño) = consumismo desenfrenado


Me lo compré sin pensarlo; era demasiado geek para dejarlo solito... Ahora más que nunca, creo que la navidad ha comenzado...

¡Felices fiestas!

lunes, 28 de junio de 2010

Oui, los pajaritos (sin albur)


Clic en la imagen para verla "mejor"

jueves, 24 de junio de 2010

Adiós tenencia

Una estrellita porque sí cumplió


A pesar de que el adiós a la tenencia ya es un hecho, hay quienes están en contra ya que se supone que este impuesto “subsidia al metro”. Otros se quejan porque se afecta el transporte colectivo. Y unos tantos (Ricardo Aguilar, presidente del PRI edo. Méx.) dicen que sólo es publicidad electoral (aunque, paradójicamente, el PRI fue el primer partido en proponerlo).

Como quiera que sea, este nuevo decreto es un beneficio palpable. Además, debemos recordar que la tenencia se impuso con el pretexto de subsidiar los Juegos Olímpicos del 68, que fueron suficientemente buenos pero ya pasaron y no creo que pronto, o al menos no para el 2016 con las Olimpiadas ni para el 2018 con el mundial de fútbol, venga a México un evento de tal magnitud.


¡Ah! Ya hasta me dieron ganas de comprarme un carro nuevo...

lunes, 14 de junio de 2010

Cacahuates japoneses, ¿con un toque mexicano?

Que no nos extrañe que un mexicano con sombrero, bigote y zarape ande anunciando cacahuates al estilo de otro país... Digo, después de ya mexicanizamos la comida China y adoptamos los carritos del gabacho, ya ni es novedad...

miércoles, 9 de junio de 2010

Dudó pero lo hizo

En unos cuantos días sus amigos vendrían a visitarla. Mercedes tenía mucho tiempo de no verlos y por eso quería tener su casa bien arreglada, más que siempre, para dar una mejor impresión. Así que lo primero que decidió hacer fue comprar un mantel para el comedor.

Entró a una tienda y vio varios manteles. Había de todos los tamaños, colores y precios, pero solo uno logró cautivarla: fue el mantel blanco que estaba a la derecha de la caja. Mercedes no checó el precio. Tanto le había gustado que estab dispuesta a pagarlo en abonos con tal de tenerlo. Aunque afortunadamente el mantel estaba en oferta y sólo costaba $58.00

Entonces vio su cartera y nada más traía $30. Sin embargo, no había mucho problema porque la cajera le recordó que tenían sistema de apartado y, además, todavía faltaban unos cuantos días para que sus amigos llegaran. Así que dejó sus únicos $30 para que no le fueran a ganar el mantel.


Mercedes regresó a la tienda al día siguiente. Mostró su comprobante y pasó a la caja donde aquel mantel blanco la estaba esperando:

- Restarían $28.00 por favor - dijo la empleada.
- Aquí están - y en eso Mercedes sacó un billete de $100.00 para liquidar

Entonces la cajera le entregó su cambio contando cada peso para que no hubiera ningún error: -Le entrego: con $32.00, serían 50; y con otros $50, serían $100; y con otros $100, son $200.


Mercedes volteó a ver el cambio y se sacó de onda, aunque su rostró no reflejó ninguna expresión. Ella sabía perfectamente que había pagado con un billete de $100 porque era lo único que traía en la cartera. No se necesitaba ser muy inteligente o bueno en las matemáticas para darse cuenta que la empleada le había dado cambio de más.

- ¡No mames! Con esto me puedo comprar la pulsera que vi en la tienda de allá atrás. O sino, con esto compro lo de la comida - pensó.

Mercedes dejó de ver el dinero. Lo dudó. Le fue difícil realizarlo, pero a fin de cuentas lo hizo:

- Señorita, le di $100, no $200. Y en seguida le devolvió el billete que le pudo haber echado una ayudadita. Ni siquiera se fijó si la empleada le había dicho algo o le había dado las gracias. Simplemente Mercedes salió de la tienda y se dirijió a su casa a paso apresurado.

Cuando iba en el camino, Mercedes no pudo evitar sonreír y sentirse bien. Pero tampoco pudo evitar pensar en el “qué pendeja”. Sin embargo, ella sabía que había hecho lo correcto: no era su dinero, no tenía por qué disponer de él.

domingo, 9 de mayo de 2010

2do aniversario

Muchas veces le he declarado la guerra al tiempo, y no he sido la única. A veces quisiéramos que los minutos pasaran más lento, otras que fueran más rápido, o luego quisiéramos que un momento se volviera eterno. Pero por más que intentemos, el tiempo corre y sólo nos queda aprovecharlo.

Alguna vez escuché que justo cuando las personas tienen hijos, es cuando comienzan a darse cuenta (ya en serio) de que el tiempo pasa. Pero qué le hacen, además del espejo que se los restrega día a día, hay otras cosas que te hacen decir “¡no mamar! ya tengo X tiempo con esto, wey”, y una de ellas son los blogs.

Justo hoy, Mexicana Yo Soy -su blog de confianza- cumple otro año más (ya 2). Ni me la creo al 100, pero tampoco rechazo la idea.

Éste no fue el mejor año porque le di rienda suelta a mi inconstancia. No pondré pretextos ni justificaciones tontas. Simplemente quiero agradecer a aquéllos que me leen, a los que comentan (independientemente de si leen o no) y a los seguidores.

Me llevo una sonrisa y a postear para el año que sigue

*Saludotes*

sábado, 8 de mayo de 2010

Ni adelgazando ni empeñando

No era la primera vez que me enamoraba de un objeto. De hecho, soy tan materialista que suelo idealizarme con gadgets novedosos y multifuncionales. Sin embargo, ésta era la primera vez que mi feminidad salía a flote y me había enajenado con un vestido de noche. Y claro, como toda primera vez, el vestido que no estaba a mi alcance: lo que tenía de hermoso lo tenía de caro y de pequeño...

Ése día andaba haciéndome mensa un rato en un Outlet de cierta fama local acá al norte de la Ciudad de México. De repente me acordé que en unos cuantos meses sería mi graduación y me puse a buscar un vestido multiusos ad hoc a la ceremonia y a la fiesta. Vamos, tanta fue mi búsqueda que hasta descubrí tiendas que jamás había visto, y eso que soy cliente visitante frecuente.

Pero bueno, el punto es que en la búsqueda me topé con una tienda que tenía los vestidos más hermosos y elegantes. Todos y cada uno de ellos eran geniales, pero el que escogí estaba en la cima, casi casi era de otro nivel... Para que me comprendan: es como si un geek llevara más 1 mes perdido en el desierto, sin comunicación alguna, y de repente se encuentra un iPad con wifi: ¡lotería!. Eso mismo sentí (bueno, no tanto júbilo pero algo así).

No lo pensé, corrí al probador y me lo medí. “Oh sí, es una belleza, mira, mira, ¡qué bien se ve! Mejor de como lo quería...” Ni siquiera había checado el precio y ya estaba dispuesta a comprarlo. Pero oh sorpresa, el vestido no estaba destinado para mí y ándale gorda: el cierre no me cerraba.

“Señorita, ¿me puede traer la talla que sigue?” le dije a la vendedora pero me dijo que ya no había más tallas. Yo le supliqué que hicera algo, que llamara a otras tiendas o así, pero como era Outlet esa alternativa no aplicaba.

Entonces la única opción que me quedaba era la menos fiable: adelgazar para caber en el vestido. Lo ideal hubiera sido llevármelo y luego adelgazar (aunque nadie me aseguraba que lo fuera a lograr). Pero oh sorpresa #2: el vestido estaba bien pinche caro y si lo quería comprar tendría que empeñar mis gadgets favoritos. Fue ahí cuando le pensé: “¿qué tal que no adelgazo? ni mi empeñada”. Así que toda cabizbaja salí de la tienda dispuesta a adelgazar y, quizá con mucha suerte, encontrar el mismo vestido unos kilos después.


Échale ganas...



Luego de 2 meses regresé al Outlet pero sin la misma esperanza. Fui a la tienda a ver si el vestido seguía ahí. Tuve mucha suerte, sí estaba. Pasé al probador y me lo puse. Y oh sorpresa #3: ahora sí me subía el cierre. Por gracia del espiritú santo el vestido creció o quizá se lo probó una más gorda y lo hizo más grande... no sé, pero ya me quedaba perfecto. Me vi en el espejo y me ego incrementó exponencialmente. Para que me entiendan, el sentimiento se compara con el de un programador frustrado que lleva 10 meses haciendo un código imposible que nomás no le queda, entonces un día tiene ganas de mandar todo al carajo pero hace un último intento y voilà: todo se arregla y el programa queda listo.

:D


¡Ya estaba! Me formé para pagarlo porque hasta eso, según yo el vestido costaba sólo 1/3 del precio de aquella vez. “En serio que Dios me ama” era lo que pensaba mientras esperaba en la fila. A todas las personas que entraban a la tienda les presumía el vestido “está bien bonito, ¿verdad? ¡y nada más cuesta $990.00!”. Luego la cajera me pidió mis datos para avisarme cuando hubiera más ofertas y así. Obviamente se los di con mucho gusto.

- Señorita, le cobro... son sh-sh novecientos noventa pesos, por favor -lo dijo en un tono bajo y muy rápido a la vez.
- ¿Perdón?
- Sí, son sh-sh novecientos noventa
- ¿Cuánto?
- Son DOS MIL NOVECIENTOS NOVENTA pesos

¡En la madre! Que de la nada le suban $2,000 a tu gadget favorito, o en este caso al vestido, al momento de pagar es demasiadoooo . Y más porque mi mísera economía no da para tanto.

No sabía qué hacer. “¿Me lo compro, no me lo compro?” era la pregunta del millón (o de los 2,000 pesos, más bien). “¿Me endeudo o me aguanto? ¿Empeño mis gadgets o simplemente declino?”


¿*? ¿*? ¿*? ¿*? ¿*?


Ja, a la mera hora mi feminidad resultó ser muy débil: no me compré el vestido. No tenía por qué ser mío: ni adelgazando, ni empeñando, ni llorando, ni vendiendo mi alma, ni corriendo en círculos: NO, ese vestido no era para mí. Así que salí de la tienda con las manos vacias y mi único consuelo fue “con un poquito más hasta me anda alcanzando para el iPad”

lunes, 29 de marzo de 2010

No es casualidad que las pizzas lleguen tarde

Señoras y señores, damas y caballeros, niñas y niños: sepan todos (o al menos los que me leen) que no es casualidad que las pizzas lleguen tarde a su casa...

No es porque los que las hacen sean lentos...
Ni es porque el repartidor sea tonto y no ubique su dirección...
Y mucho menos porque es buena onda y quiere que nos salgan gratis...

Simplemente es porque, antes de entregar el pedido, pasan a echarse unos tamalitos, miren nada más:

OMFG!

No los justifico pero los comprendo: esos tamales son los más deliciosos de la región y están mil veces más buenos que las refrige-pizzas que reparten...

¡Ay, esos repartidores tan antojadizos!

domingo, 28 de marzo de 2010

La apariencia física y las modas

Entró a la tienda, vio el short que tanto había deseado, lo pidió y pasó al probador. Pero al final resultó que no le quedó... ¿frustrante, no? Pues así pasa muchas veces. No siempre es culpa de la tienda que no tiene las tallas suficientes o de las maquiladoras que hacen chica la ropa. No. Es culpa de los estereotipos que se han creado, de las nuevas modas y de nosotros, por seguirlas.

Como es de todos sabido, los estereotipos relacionados con la apariencia física van cambiando. No es el mismo aspecto que tenían los hombres hace 300 años al de hoy. Aunque claro, a veces hasta en la misma época hay variaciones entre las personas: que unos son muy delgados, o robustos o medio llenitos. Sin embargo y apesar de los contrastes, siempre habrá una idealización, un modelo a seguir.

Por ejemplo, hace más de 2,000 años*1, los griegos tenían un aspecto físico peculiar: eran hombres muy fuertes y fácilmente se les notaba el músculo (pero tampoco eran tan grotescos como los fisicoculturistas). Mientras que a las mujeres no se les marcaba el músculo y tenían un poco más grasa corporal (pero tampoco eran obesas):
Estaba padre porque eran sanos, fuertes y su vestimenta era holgada
pero no descuidada. En pocas palabras, estaban a gusto y en un punto medio


Cambiando de contexto, durante el Virreinato (S. XVI), el estándar de la apariencia de las personas fue muy diferente. En esta época, el modelo a seguir embarneció, tanto para los hombres como para las mujeres. Obviamente, la forma de vestir se adecuó a sus necesidades y la ropa era elegante pero amplia:

¿será que aplicaron la de “barriga llena, corazón contento”?


Fue en el siglo XX, con el Pop-Art, que el aspecto físico de las personas tuvo un cambió muy notable, comparado con épocas anteriores. En este periodo la figura femenina, con Marilyn Monroe como su principal representante, se ve mucho más estilizada pero sin llegar a una delgadez extrema: era más importante ser “sensual” a ser delgada. Mientras que los hombres ya no eran obesos, pero sí eran fuertes y varoniles.
De aquí surge la famosísima "curva de la felicidad"


Ahora la moda, siendo cada vez más estilizada, ha convertido la apariencia en algo completamente utópico y hasta peligroso para la salud. Si bien no toda la gente está como la moda lo dicta, ahora el estereotipo está ligado a una delgadez extrema principalmente para las mujeres; mientras que los hombres deben ser delgados (aunque no tanto como las mujeres) y musculosos a la vez.

Esta tendecia es muy superflua y sólo se basa en estar cada vez más delgado. Tanto así que se han creado nuevas tallas la cero y doble cero; también hay modelos que están por debajo de los 40 kilos; y lo peor es que hay mucha gente luchando por parecerse a ellas.
No es sano que una persona tenga un índice de masa corporal
de 16.3 siendo que lo normal es de 20 a 25.



Modas hay muchas, pero identidad sólo una. Las personas deben revalorizarse y tener en cuenta que antes de formar parte de alguna tendencia, deben ver por su salud y por ellos mismos. Es cierto que vestirse y verse de cierta manera causa placer, pero hay que saber hasta donde se puede llegar sin dañar la salud y el bienestar integral de las personas.

Los estereotipos de la apariencia física actual son vanales. La apariencia física es momentánea: tarde o temprano vamos a envejecer y no hay mejor forma de hacerlo que de manera saludable, estando bien con nosotros mismos, no con una imagen que se deteriora.



*1: 1100 a. C. -146 a. C

lunes, 1 de marzo de 2010

5 minutos

Ojalá tuviera 5 minutos de lucidez intelectual para hacer algunos textos que fueran recordados en todos los tiempos. Líneas que, lejos de ganar dinero por ellas, me ubicarán en la élite cultural al lado de los grandes como Joyce y Borges.

Ojalá tuviera 5 minutos de gracia para que mi mente escupiera genialidades. Sí, así como los grandes deportistas que, aunque no han leído mucho, de pronto sacan cada frase que hasta dan ganas de ponerse de pie.

Ojalá tuviera 5 minutos de madurez para darme cuenta de que cumplir 18 no nada más sirve para tener la IFE y para ser alcohólico legal. Quisera tantita madurez para elegir en qué me quiero convertir...


Pero al mismo tiempo, desería que pocos (o nadie) tuvieran esos 5 minutos de habilidad mental porque si cualquiera pudiera hacerlo, el mundo estaría atascado de intelectuales y ya nada sabría bien...

lunes, 1 de febrero de 2010

hoy, 1 de febrero, ¿por qué hubo puente?

¡Eh! Vivan los puentes... pero el de hoy, 1 de febrero, ¿a qué se debió?

-Fiu! qué bueno que hoy no hubo clases... tenía muchos pendientes
-Sí, qué buen plan... aparte un día más para levantarse tarde
-Ajá, pero a todo esto, ¿por qué no hubo clases?
-Jajaja, ¿no saaabes?
-Mmmh... no, ni idea
-Pues porque mañana va a ser el día de la Candelaria y se recorrió para que hubiera puente... ay amiga! eso hasta por sentido común


¿Owned? ¿Sniff? ¿WTF!?

Cuando escuché eso no supe si reír o llorar... No por la burrada en sí, sino por quienes lo dijeron: fue una conversación en las filas de Costco-Satélite entre 2 señoras-ricas-consolidadas, de alta sociedad, con alhajas y muy glamurosas... Vaya ironía.

Quizá si lo hubiera dicho un adolescente o algún niño, hubiera pasado desapercibido por aquello de “ah, qué lindura, está pequeñito” o “no sabe qué se celebra tal día, pero juga fútbol americano y es el coreback quarterback”. Pero no. Las mismísimas madres de los niños no sabían la razón del puente y la que se animó a contestar, le dijo tonta en pocas palabras, a la que no tenía idea...

Aunque bueno, cualquier católico que haya comido rosca el día de reyes y que le valga gorro la historia de México, como la señora-rica-consolidada, podría pensar “qué buena onda, el gobierno nos dio chance para que hoy preparáramos los tamales y mañana festejar como dios manda”... Pero no, por más que el estado intente caernos bien, tenemos que recordar que el gobierno mexicano es laico y no hará puentes para, después de la cuarentena por la que pasó la virgencita luego de dar a luz, preparar los tamalitos y toda la festividad.


Ahora, vayamos al punto: ¿por qué hoy hubo puente?


Sencillo: porque el 5 de febrero se celebra el aniversario de la Constitución Mexicana promulgada en 1917. Ésta reformó a la de 1857 porque después de la Revolución Mexicana (1910), se dieron cuenta de que era vieja y estaba incompleta. Por ejemplo, los derechos humanos se conservaron pero ahora se les llamaría Garantías Individuales. La parte legisativa ahora se dividiría en 2: cámara de diputados y senadores. Y por fin se aplicaría la de “Sufragio efectivo, no reelección” osea, si ya fuiste presidente, muchas gracias pero no volverás a serlo.


Pero entonces los intelectuales (o los de sentido común) que sí se sabían esto se preguntan: ¿y por qué dieron el puente el 1 en lugar del mero día 5 si de todas formas se podía hacer puente el viernes?

Esto no es tan sencillo porque no hay algo oficial que lo justifique. Pero se supone que la SEP, en su afán de que se reconozcan las fechas y no haya gente como las señoras-ricas-consolidadas de la conversación, decidió dejar el mero 5 de febrero normal para que los niños y los no tan niños, tengan clases normales y se les explique qué sucedió y por qué se festeja...

Eso me parece una idea muy buena porque así hay más posibilidades de que los niños se enteren de que el 5 de febrero es día de la Constitución Mexicana porque, como van a clases, hacen ceremonia, honores a la bandera y toda la cosa. Entonces llegarán a su casa y le presumirán a sus papás lo que saben y así, tanto los niños como los padres, mínimo saben grosso modo de qué se trató la festividad sin investigar tan a fondo.

¡Bien por la SEP!

jueves, 28 de enero de 2010

El espacio en blanco

Los errores le pasan a cualquiera,
nadie se puede librar de ellos y quien diga que no se ha equivocado
merece la patada más fuerte de todos los tiempos...


Por ahí dicen que lo importante no es regarla sino pedir perdón. Es genial cuando una persona pide una disculpa sincera a otra por más tonto que haya sido el error. Por ejemplo, si vas en el metro y pisaste a una señora sin querer, el hecho de voltear a verla y decirle “¡shut! discuple” porque te nace, es bueno. Sonará cursi-ñoño, pero es una forma de sanar el ego.

si es que no traes prisa o andas de malas...

¿Pero qué pasa cuando la regaste y no quieres pedir perdón? Nada. De hecho, es mejor no pedir una disculpa a hacerlo por obligación o porque es lo moralmente correcto... No importa que sea por ego, por pena o por puro orgullo, cada quien tendrá sus razónes y aunque luego haya gente que diga “híjole, qué poca” es mejor callar que ser hipócrita.

si nace, órale; sino ntp...


Ok. Hasta estas situaciones, la cosa va bien porque de alguna u otra manera, sabes que hay algo que hiciste mal.

¿Pero qué pasa cuando sabes que la regaste y después ya no sientes nada más? Ni resentimiento, ni orgullo, ni enojo, ni tristeza, ni odio, ni felicidad: nada... Vamos, ni siquiera hay un mínimo remordimiento en tu cabeza o tu conciencia te dice “ya weeee, pídele perdón”.

¡Ah! pero no sólo es eso porque todavía sigue habiendo una cosa en ti que tiene ganas de sentir algo. Aún hay una parte que no está satisfecha, ni para bien ni para mal. Es un sensación parecida a cuando lograste algo chingonsísimo y luego piensas “WTF! ¿y ahora qué?”



Por alguna extraña razón, todavía hay un hueco, un espacio en blanco que exige ser llenado pero, ni modo, no hay con qué...

Lo malo es cuando te pasa a ti. Lo peor es cuando no te inmutas. Pero el mero problema es que sabes que eso se llama indiferencia y que no puedes hacer nada para que te deje de molestar...

miércoles, 27 de enero de 2010

Ahora sí se la rayaron

Sí, es cierto que soy fan de Apple y que casi, casi podría morir defendiendo a la compañía de las genialidades, porque eso de haber creado la primer computadora personal a la venta, los primeros y más originales reproductores de mp3 y el celular multiusos que renovó las expectativas del mercado, deja en claro que Apple es una empresa muy poderosa.

Pero bueno, como siempre y hasta en las compañías más prometedoras, surgen errores para recordar... y la verdad es que hoy Apple se la rayó sacando un nuevo productotote llamado i-touchsotote iPad:

creo que la biblia está más pequeña...


Ok. Le puedes meter mil-ocho-mil aplicaciones, música, videos, libros, periódicos, es táctil, de alta resolución, trae wi-fi, etc. Pero su tamaño mata todas sus posibles virtudes... De hecho cuando lo vi por primera vez, luego, luego lo relacioné con los iphonesotes que ponen en los centros de atención a clientes de Telcel:

¡están del mismo tamaño!


Ni modo, el ipad está taaaan grande que no va a caber en mis bolsillos, ni en mi bolsa, ni en mi mochilota de geek.

A ver si luego sacan la versión mini o nano, yo creo así sí me animo...



*** UPDATE ***
(05/04/10)

Y aunque soy de Jalisco, sí me rajo... acepto que quiero un iPad y que envidio sobremanera a quienes ya tienen uno. Eso me pasa por criticona, sniff. ¡Mamaaaá!

domingo, 24 de enero de 2010

Ya todo mundo tiene libros publicados...


Desde hace ya mucho tiempo las editoriales se han dedicado a publicar libros al por mayor. Vamos, ya ni si quiera les importa si el libro es bueno, o si trae un mensaje original, o si el escritor necesitó hacer una investigación en la que casi muere. No. Ahora el único requisito que las editoriales piden es que venda muchísimo y ya (sino pregúntenle a Carlos Cuauhtémoc Sánchez).

Pero bueno el punto es que el mundo está tan mal que no sólo los humanos tienen libros. Ahora hasta los mismísimos animales tienen sus propias publicaciones y nos cuentan sus memorias, miren nada más:


WTF!

Ya no sé si reír o llorar: todos tienen libros publicados menos yo, sniff...

lunes, 18 de enero de 2010

Redacción cursi-ñoña

La verdad es que éste no es ni debería ser un post... de hecho es una tarea posteada. Entonces si usted, querido lector, quiere evitarse la pena de leer una redacción cursi-ñoña, mejor córrale acá y diviértase haciendo un quiz de qué tan adicto es a Twitter... de todas formas, mañana subiré algo más "digno" de ser posteado

*
*
*

Ahora que si ha tenido compasión y decidió quedarse a ver qué onda, se le agradece, usted también me cae bien =) ... Entonces, la redacción cursi-ñoña está aquí:


La objetividad como esencia, no como recurso

Durante mucho tiempo, el periodismo se ha utilizado como un medio masivo, a través del cual la gente está informada de lo que acontece no nada más a su alrededor, sino también en el mundo entero. De hecho, la importancia del periodismo es tan grande que se dice que “el periodismo es la historia del presente”. Sin embargo, al ser de vital importancia, el periodismo, como cualquier otra disciplina, llega a tener errores. Unos más graves que otros, pero al final de cuentas errores que todos pagamos porque de alguna u otra manera somos parte de esta disciplina, ya sea como colaboradores o como receptores. Por esta razón, considero que el peor defecto que el periodismo puede llegar a tener es la falta de objetividad.

Día a día ocurren sucesos que no pueden pasar desapercibidos por un simple hecho: vivimos en sociedad. Y es de esta necesidad que surge el periodismo. Sin embargo, difundir una noticia o cualquier hecho no es tan fácil como parece. Los hechos deben ser narrados de una manera que pocos saben: únicamente se debe contar lo que sucedió, de la manera más objetiva posible y excluyendo los juicios propios.

Como principal objetivo, todos los diarios en línea e impresos aseguran ser objetivos. Claro, ninguno a primera instancia se atrevería a declarar que tiene cierta tendencia porque en ese momento su reputación se iría al suelo. Sin embargo, estas inclinaciones no siempre se deben a la empresa o al periódico en sí. En muchas ocasiones, estas tendencias se deben a la falta de preparación de los mismos periodistas, quienes no saben cómo abordar las noticias.

La precisión es básica para el periodismo aunque, desgraciadamente, muchos la han cambiado por notas que venden. Por ejemplo, sucede que un carro chocó en la carretera a las tres de la mañana y es una nota importante. La manera más sencilla de abordar este hecho sería de forma amarillista. Sin embargo, esta noticia da para más. Está bien narrar qué sucedió y, por qué no, los heridos que hubo. Sin embargo, también sería importante hacer una investigación más profunda de las condiciones del lugar del choque, las medidas de seguridad del carro, verificar si los límites de velocidad son adecuados y respetados, entre otros aspectos que no nada más informan, sino que impulsan el pensamiento crítico del público.

El periodismo es mucho más que contar lo que sucedió tal día y en tal lugar. El periodismo es la invitación más natural que una persona, en este caso un periodista, hace a otra con el fin de desarrollar juicios propios con información precisa e imparcial. Por eso, la objetividad no es un adorno o algo que otorgue prestigio a un diario. La objetividad es el primer requerimiento para adentrarse al verdadero periodismo.



Pd. se le agradece cualquier tipo de crítica/apreciación/comentario

jueves, 14 de enero de 2010

El disco duro

ESCENARIO:
Casa de los Gómez en Santa Lucía, estado de México, por aquello de 1996. Al fondo derecho se encuentra la sala que consta de 2 sillones, un librero y una tele. En el centro está la mesa de estudio y hay una computadora (de las de escritorio).

PERSONAJES
(en orden de aparición)
El papá
El hijo
La hija


EL DISCO DURO
la obra

El papá está sentado en la mesa de estudio, frente a la computadura,
mientras que el hijo y la hija están sentados en la sala viendo la tele.


EL PAPÁ.- Oye hijo, ya acabé el trabajo, ¿ahora qué hago?

EL HIJO.- ¡ah! está bien. Guárdalo en la computadora para que si lo vuelves a ocupar, no tengas que hacerlo otra vez…

EL PAPÁ.- bueno, ¿pero lo guardo en el disco duro?

LA HIJA.- ¡pues claro! para que no se te rompa

**cric, cric**

FIN.

lunes, 11 de enero de 2010

Hoy como siempre

Domingo 10

8:45 ¿No dijiste que hoy ibas a ir al Centro Cultural La Pirámide para ver dónde quedaba? Ja. Hoy como siempre: sicierto, se me pasó. Entonces me desperté rápido porque en ese centro cultural voy a hacer un examen para aplicar a una universidad. Y lo que menos quiero es el mero día salir con mi chistecito de “me perdí” o “ay, perdón... se me hizo tarde”.

9:15 Deberías buscar cómo llegar... si nada más andas preguntando te vas a perder. Ja. Hoy como siempre: buscaré en google maps. Entonces prendí la compu y busqué. Google maps me dijo cómo llegar en carro, pero para qué le hago, ni sé manejar y ni me van a llevar en carro. Así que mejor busqué cómo irme en metro.

11:48 Bien, sí diste con el lugar y no te tardaste mucho... ¿ves como cuando haces las cosas con anticipación y planeándolas salen bien? Ja. Hoy como siempre: ¿aquí es el centro cultural? ¿aquí voy a hacer el examen? no manches, yo me imaginaba otra cosa, algo más acá. Creo que me equivoqué. Aunque viéndolo objetivamente, no está tan mal. Digo, con que haya bancas y no haya ruído todo está bien.

12:04 Ya sabes dónde es, cómo llegar y por dónde entrar, ya regrésate, quizá tienes que hacer algo y no te acuerdas. Ja. Hoy como siempre: nah... nunca tengo nada qué hacer, pero está bien, me regresaré a mi casa. Dicho y hecho, me fui, al fin que ya sabía bien cómo llegar.

14:26 Oye, ¿y si estudias para el mentado examen? ya estás en la casa y no tienes qué hacer. Ja. Hoy como siempre: está bien, pero antes deja comer y checar unas cosas en la compu. Lo hice rápido y a la par porque sí quería estudiar. Ese p. examen me trae por los suelos.

20:58 Ya estás cansada y hace mucho que ya no procesas bien la información... te doy chance de que pachequees un rato. Ja. Hoy como siempre: está bien, no me insistas. Entonces me puse a malgastar el tiempo con lo de diario: checar el correo, twitter, facebook, el Universal y The New York Times.

22:12 ¡Trin! Mensa, mañana entras a la escuela ¿ya tienes las cosas preparadas? Ja. Hoy como siempre: no, se me pasó por completo. Entonces intenté compensar mi irresponsabilidad haciendo todo lo que se debe hacer con anticipación para regresar a clases: imprimir el horario, buscar una mochila, la credencial, los cuadernos, plumas, la ropa, el desayuno...

23: 21 ¿Crees que tu cuerpo no necesita descanso o qué? ¿Cómo pretendes dormirte a las 12 y despertarte a las 4 de la mañana? Ja. Hoy como siempre: no te preocupes, mente, estaré bien... mañana me duermo temprano. Entonces hice mi último twit del día, apagué la computadora y me fui a dormir.


Lunes 11


4:30 Ya es hora de que te despiertes, al rato se te va a hacer tarde. Ja. Hoy como siempre: 5 minutitos más, al fin que el multiusos es tan genial que cada 9 minutos vuelve a sonar. Por alguna extraña razón mi multiusos no sonó. Me quedé dormida.

5:14 ¡Chingao! Te dije que se te iba a hacer tarde... Órale, levántese de zopetón, se te va a ir el camión. Ja. Hoy como siempre: ¡Shut! Sicierto, ya voy, ya voy. Entonces me vestí rapidísimo y quien sabe cómo pero para las 5:30 ya estaba en la parada del camión y ya había desayunado y todo.

6:11 Entras a clase hasta las 7:00, pero está bien que estés a tiempo, preferible ¿no? Ja. Hoy como siempre: estoy temprano porque el transporte me obliga. La verdad es que desde que me vine a vivir acá, cerca de la ciudad de México, me he vuelto bien impuntual... yo no era así. Por algo dicen que las personas cambian.

7:05 Ya tuviste casi 1 hora para chismear de las vacaciones, ahora por favor concéntrate. Ja. Hoy como siempre: me siento hasta en las primeras bancas para poner atención como dios manda, pero no funciona. Es cierto que las primeras clases son de relajo, pero si según yo quiero ser una mejor estudiante para ahora que entre a la universidad, debo ensayarlo desde ahora.

12:04 Está bien que no hayas ido a entrenar, esas 2 horas las gastaste en estudiar para el mentado examen... ahora viene la clase esa que tanto esperabas. Ja. Hoy como siempre: =) esta clase es de las pocas que me gustan, entonces le echaré ganas. Así que puse toda mi atención y apuntaba cada palabra que la maestra decía. Ella es genial. Estudió en la UNAM, tiene una maestría, un doctorado, hace investigación y el otro día me regaló un libro que ella misma hizo. La amé. Si fuera hombre le pediría matrimonio. ¡Lástima!

16:56
Ya saliste de la escuela, sería bueno que te pusieras a hacer la tarea y luego si quieres, sigue estudiando para el mentado examen. Ja. Hoy como siempre: ¡ujule! tengo que hacer otras cosas. Con otras cosas me refería a sacarme unas fotos para el día del examen y comprar café, por ejemplo. Es cierto: si hay alguien irresponsable en este mundo, ésa soy yo.

17:34 ¿Ya no? Te recuerdo que tienes que estudiar en chinga loca porque así que digas “wow, andas muy bien para el examen” pues no. Ja. Hoy como siempre: ¡qué te crees, mente! deja primero hago la tarea. Entonces me puse a hacer la tarea. ¡Ah, pero eso sí! Antes de eso me hice un café para saber si había hecho una buena compra o no.

21:05 Eres patética e irresponsable, sabes... pero X, ya pasó, ahora sí ¡a estudiarle! Ja. Hoy como siempre: querida mente, ¿me das chance de hacer un post? breve, lo prometo ¿sí?... Mi mente dijo que no pero me importó un bledo. Y aquí está el resultado: ni tan breve ni tan post.

***

A veces pienso que, en efecto, soy la persona más irresponsable (y patética)... A pesar de que todas las vacaciones me la pasé estudiando (y ñoña), no me siento lo suficientemente preparada (e insegura). ¡No mamar! es el examen que determinará mi futuro. No quiero considerar ningún margen de error (y perfeccionista).

A veces pienso que debería relajarme, pero basta con hacer un examen de prueba para ver mis ridículos resultados y decir “eres como cualquiera, échale ganas”

jueves, 7 de enero de 2010

Post desde el aeropuerto en tiempo real

¡Pues claro! Ni modo que digan que su comida es mala...

Esos gringos son extremadamente ocurrentes, ni hablar... [Aunque lo peor es que me gasté los últimos centavitos ahí porque me convencieron (aplausos para mí)]

martes, 5 de enero de 2010

Ya cumplí mi sueño americano

¡Así es! Por fin hice realidad mi anheladísimo sueño americano: visitar un Apple Store.

Y no nada más lo visité, sino que
también le compré un control a la Cream Soda



La verdad es que mi sueño americano abarcaba más cosas:
“ Yo quiero ir para visitar un Apple Store, traerme un R2D2, surtirme de ipods, comprar muchos Wiimotes y, de paso y con mucha suerte, encontrarme a Steve Jobs y pedirle un autógrafo…”
¡Bah! puras suplerfluidades. Lo único, y real, que vale la pena es visitar un Apple Store, y eso ya se cumplió...


Es importante mencionar que hace como 5 meses, ya había venido al gabacho... Recuerdo también que como nunca prevengo nada, tuve que sacar mi pasaporte y la visa para esa ocasión... fue una gastadera de dinero. Además, también tuve que comprar los boletos de avión, que por cierto me salieron casi al doble por comprarlos como 15 días antes...

Pero bueno, el punto es que esa vez (la primera de 2) no lo disfruté como dios manda porque ni iba de señora-rica-consolidada, ni a turistear, ni a hacer negocios... iba por encierros asuntos escolares y durante todo una semana no se dignaron a pasearnos...

Así que me quedé traumada y mi sueño americano, en lugar de pasar desapercibido u olvidarlo, se volvió más obsesivo... Pero oh bendición: como mi hermano iba a venir a México para las posadas y se iba a regresar en carro, decidí colarme para “acompañarlo”.

Entonces, después de convencer a mis papás y de viajar 21 horas en carreteras desérticas, llegamos a Albuquerque. Y ándale, que descansar ni qué nada: directito al Apple Store porque ni pensarlo, mi anheladísimo sueño americano no se me volvería a escapar de las manos...

¡Ahhhhhh!
Ahora sí: ya me puedo morir =)

domingo, 3 de enero de 2010

Se llama Cream Soda

El karma existe y por alguna extraña razón se acordó que existo, me tuvo lástima y se apiadó de mí: ¡ya tengo compu nueva!


Y venía con una notita que decía:
“Órale pues... ahí está para que ya no estés ch¡#&^$*#”



Sí: es nueva, nueva, nueva, nueva. No heredada, ni de segunda mano: nueva de verdad. Recién salida de la caja y toda la cosa...

Es una MacBook de 13.3 pulgadas. Con 2GB en RAM y 250 en el disco duro. La batería le dura 7 horas. Puede correr Windows y MacOS a la vez. Su interfaz es pura belleza. Y, en honor a la primer computadora que hizo Steve Wozniak por ahí de 1965, se llama Cream Soda... ¡Ah! finísima persona computadora. La amo.

Ya no tengo de qué quejarme. Antes lloriqueaba porque tenía 2 compus: una Dell Heredada, grandísima y pesada; y una Mac Viejita, que era tan vieja que ni a Mac llegaba: era iBook. Pero como de las 2 no se hacía una, tenía que usar ambas simultáneamente (es aquí cuando los ecologistas atacan). Pero eso no volverá a pasar porque Cream Soda ya las reemplazó.

Bendito karma, se rifó. Ahora todo es rosa (¿o blanco?) y ya “cuido el ambiente”, por eso de la gastadera de luz... Además, la Cream Soda es tan perfecta que sigo pensando que no la merezco, aunque me niego a regresarla, cambiarla o deshacerme de ella.

La amo.