jueves, 3 de julio de 2008

Maldita cafeína

Eso de tomar café, al principio parece hacer un bien: que estás más activo, que ya no te duermes, que rindes más, etc.

Yo creía en eso. Hasta hubo un tiempo, que todas las mañanas y antes de ir a correr, tomaba café para según hacer mejor las cosas. Al principio sí lo parece. Porque en la escuela ponía más atención a las clases, aunque no se veía reflejado en mis calificaciones. También no me sentía tan cansada cuando terminaba de entrenar.

No siempre tomaba café en mi casa. Pero en la escuela hay unas maquinitas que hacen el café muy rico y barato. Entonces era casi imposible decir no a las ganas de tomarlo. Pero poco a poco necesitaba más café para sentir la misma sensación de estar al 100.

Maldita cafeína, me estaba matando. Lo aceptó: fui adicta a ella.

Pero un día fui al médico porque me dolía el estómago. Me dijo que el café me hacía mal y no sé que cosa afectaba. Pero que si quería, podía seguir tomándolo, sólo sin cafeína… ¿eso qué? Si no tiene cafeína, no tiene chiste. Entonces decidí dejarlo por completo.

Ayer, fui a la escuela y me sentía muy cansada, adolorida de los brazos y con sueño apenas a las 10 de la mañana. Vi una maquinita de café. Estuve a punto de caer en la tentación. Hasta inserté la moneda. Pero por fortuna la máquina no servía y me devolvió mi moneda.

Hoy me siento bien, porque pude haber buscado otras máquinas para tomar café y no lo hice. Dejé mi adicción que poco a poco iba creciendo. Vuelvo a creer en mí ¡viva la perseverancia!

Definitivamente: ya no tomaré más café (eso espero)

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6 comentarios:

Otra Chilanga dijo...

Lo que nos cuentas de tu experiencia me recuerda a la orden que el franquismo local de Granada dio para asesinar a García Lorca: cuando los mandos se enteraron de la detención de Federico, la indicación fue: "denle café, mucho café". Tras el asesinato, uno de aquellos hombrecitos llegó a la cantina del pueblo presumiendo cómo le había dado "café" al autor de Bodas de sangre: "le metí un balazo por el culo, por maricón".

Curiosa manera de hacer que tu narración del café y tu visita a La otra chilanga en el post de la 30 Marcha del Orgullo (LGBTTT) tengan un un punto de encuentro, ¿no?... perdón por la perversión.

Gracias por la visita.

Anónimo dijo...

jaja, yo solo dire que era adicto a unas mentas, pero el primer paso para superarlo fue....admitirlo!!! Arriba las Mentas!!!

JC Del Valle dijo...

Oye niña, bueno... no al cafe, pero aun quedan cosas como el Gatorade, que es una pena que no haga en la school, así que no te queda otra más que tomar el Powerade (wuacala!). ^-^

Anónimo dijo...

Pues no sé si es valentía... o tontería... digo no... es que el café es café... aunque si... yo también he dejado de tormarlo diario... porque histérica... y con café... BUENO...

en fin... felicidades por liberarte de una cosa más :D

Arriba Bárbara... tu eres el orgullo de todos aquellos que no podemos dejar nuestras adicciones jajajaja....

Rich. dijo...

Bueno, querer es poder, aunque particularmente no sigo esa filosofía, bien por tu fuerza de voluntad y la suerte que tuviste al no encontrar una primera maquina expendedora de cafeína funcional, saludos.

Supertramp dijo...

Bueno, pero también es bueno, si no lo tomas en exceso. Cualquier exceso es atroz.