Los microbuseros son gamers

Hoy, como casi todos los sábados, fui al taller de narración, es muy bueno y sí sirve. Al menos ya me di cuenta que mi redacción anda por los suelos (dicen que el primer paso es aceptarlo y yo ya lo hice). Lo único malo, es que está hasta la Roma, entonces tengo que salir de mi casa temprano porque si no, no llego.

Ya para regresar, me fui al metro Chapultepec y tomé un camión que me deja bien cerca de mi departamento. Me subí y corrí con suerte, porque me tocó asiento y no había tráfico.

Pero no todo el viaje fue felicidad… ¡No! al contrario. El maldito chofer iba echándose carreritas con otro de la misma ruta. ¡Demonios! Ahora sí me estresé un buen, hasta me tronó el cuello… Se daban unos cerrones horribles, y daba la casualidad que eran justo del lado en que yo iba sentada. Ya me estaba colapsando. Me dio tanto miedo, que no saqué mi multiusos para dejar evidencia… ¿qué tal que se daba un enfrenón e iba a dar directo al suelo? ¡Eso si que no!

Y aparte el copiloto-cobrador, le andaba picando al chofer para que le siguiera el jueguito al otro camión.

-¡tsssssssss! Te rebasó- (dijo copiloto-cobrador)
-¡nombre! Es que el otro día se puso bien chido… se enojó porque lo rebasé y desde ahí empezó. (dijo el chofer)



Entonces llegué a una conclusión:

Los microbuseros creen que están jugando Mario kart cuando van en el periférico.
Ya nomás les falta aventar las conchitas y mandar rayos...
Esos microbuseros han de ser bien gamers.



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