Jugador #6

El equipo de basketball de mi escuela, es muy bueno. Siempre tiene buenas jugadas y sus partidos son entretenidos. Ganan casi todo lo que juegan. Pero lo mejor de todo, es que hay una joya invaluable: se trata del jugador #6.

Ese tipo está que impresiona. Juega padrísimo. Yo no me había percatado de eso, hasta que Daniela me dijo algo parecido a “¿ya viste al #6 de basket?”. Al principio la tiré de loca y no le hice caso. Y un día, en un cambio de clases, vi a un tipo con camisa polo color morado que traía una mochila naranja y floreada. Recuerdo que íbamos Daniela, Karina y yo. Y que me dicen que él era el tan mencionado #6… Por un momento pensé que era gay, entonces ni para qué hacerse ilusiones… pero ellas insistieron en que tenía algo (yo no sabía qué) y que no era gay… total que ellas se emocionaban cada vez que lo veían.

Todo esto me era indiferente. Hasta que un día, en un intercampus lejos de aquí, lo vi jugar. Recuerdo que yo fui a correr y lo hice mal. Pero bueno, el punto es que lo vi jugar. ¡No pude creer tanta perfección en un solo jugador! Él movía todo el juego. Me quedé anonadada… Y desde ese día, les creí eso de que él tenía algo.

Jugador #6 era todo un hit, no cotizado, que pocas habían descubierto… Todo era perfecto en él: su anatomía, su juego, su voz y su actitud. Mis amigas, más obsesionadas que yo, ya sabían todo de él. Y lo mejor de todo: era solterito y sin compromisos.

Pero dicen que ya tiene novia. Y según se trata de una güerilla (más bien oxigenadilla) que tiene fama de abusadora, porque los novios que tiene los agarra de sirvientes… Yo creo que jugador #6, aparte de todo, es masoquista.

De todas formas, me niego a aceptar la realidad. Y hasta no ver, no creer…