Los errores le pasan a cualquiera,
nadie se puede librar de ellos y quien diga que no se ha equivocado
merece la patada más fuerte de todos los tiempos...
merece la patada más fuerte de todos los tiempos...
Por ahí dicen que lo importante no es regarla sino pedir perdón. Es genial cuando una persona pide una disculpa sincera a otra por más tonto que haya sido el error. Por ejemplo, si vas en el metro y pisaste a una señora sin querer, el hecho de voltear a verla y decirle “¡shut! discuple” porque te nace, es bueno. Sonará cursi-ñoño, pero es una forma de sanar el ego.
¿Pero qué pasa cuando la regaste y no quieres pedir perdón? Nada. De hecho, es mejor no pedir una disculpa a hacerlo por obligación o porque es lo moralmente correcto... No importa que sea por ego, por pena o por puro orgullo, cada quien tendrá sus razónes y aunque luego haya gente que diga “híjole, qué poca” es mejor callar que ser hipócrita.
Ok. Hasta estas situaciones, la cosa va bien porque de alguna u otra manera, sabes que hay algo que hiciste mal.
¿Pero qué pasa cuando sabes que la regaste y después ya no sientes nada más? Ni resentimiento, ni orgullo, ni enojo, ni tristeza, ni odio, ni felicidad: nada... Vamos, ni siquiera hay un mínimo remordimiento en tu cabeza o tu conciencia te dice “ya weeee, pídele perdón”.
¡Ah! pero no sólo es eso porque todavía sigue habiendo una cosa en ti que tiene ganas de sentir algo. Aún hay una parte que no está satisfecha, ni para bien ni para mal. Es un sensación parecida a cuando lograste algo chingonsísimo y luego piensas “WTF! ¿y ahora qué?”
Por alguna extraña razón, todavía hay un hueco, un espacio en blanco que exige ser llenado pero, ni modo, no hay con qué...
Lo malo es cuando te pasa a ti. Lo peor es cuando no te inmutas. Pero el mero problema es que sabes que eso se llama indiferencia y que no puedes hacer nada para que te deje de molestar...
4 comentarios:
meh
Eso se llama sociopatía..
pero no aplica en todas las ocasiones ni para todas las personas...
Bueno, yo soy de las personas a las que le cuesta mucho trabajo pedir perdon, porque yo casi la mayoria de veces he estado en el error, me he puesto de malas y eso arruina todo, pero cuando yo creo que tengo la razon, no hay quien me haga desistir de eso, jejeje :)
Entre las personas a las que mas me cuesta pedir perdon es a mi madre, y eos porque es como un tipo Lois de la serie Malcolm el de enmedio, jajaja lo digo en serio...
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