Quiero dejar en claro que me fui por convicción propia, nadie me llevó. Y tampoco quiero que creas que me fui porque me trataste mal o porque me indigné por alguna cosa tonta… Al contrario: estoy más que agradecida contigo por todo lo que me has dado y me has enseñado.
Las cosas se dieron tan repentinamente que de un momento a otro decidí partir. Era una oportunidad única. Decidí arriesgarlo todo de una vez… ¿Recuerdas esa cuenta de ahorro que me abriste cuando a penas tenía 10 años? Aparentemente era una cantidad insignificante, pero debo decir que me ha servido demasiado… De hecho, me ha servido tanto que ya me la acabé.
También quiero decirte que cada día estoy más convencida de que apostarlo todo ha sido la mejor decisión que he tomado. Las cosas van mejor de lo que pensaba… y como te haz de imaginar, partí porque me ofrecieron el trabajo de mis sueños.
Creo que nunca me había sentido tan satisfecha por trabajar. Todos los días, desde que llego a la oficina hasta que llego a la casa, estoy sonriendo como idiota. Aunque bueno, hay un pequeñísimo detalle: la verdad no me pagan mucho y los impuestos me hacen temblar de miedo. Pero como quiera que sea, me alcanza para todo… Digo, algún inconveniente debería tener.
Las cosas van muy bien y de seguir así, pronto iré a verte y podremos platicar de frente todo lo que me ha pasado. Sólo te pido dos cosas: por favor no desesperes y confía en mí…
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Críticas literarias/de redacción/constructivas/ofensivas respecto al cuento son más que bienvenidas C=