El punto es que la navidad tiene onda porque consigo trae sonrisas (que luego se convertirán en lágrimas al ver el estado de cuenta del siguiente mes (pero ésa ya es otra historia)), ya sean de felicidad, de burla o de asombro.
Hoy, por ejemplo, me sacó la primera sonrisa cuando fui a comprar un
Combísimo: (π) + (oso polar) + (espíritu navideño) = consumismo desenfrenado
Me lo compré sin pensarlo; era demasiado geek para dejarlo solito... Ahora más que nunca, creo que la navidad ha comenzado...
¡Felices fiestas!