Las cuatrimotos como transporte ideal

El otro día que andaba de vacaciones allá en Jalisco, fui a un rancho en forma: con mucha tierra suelta, vacas, alejadísimo de la ciudad y sin señal para el celular. Y aquí fue donde tuve mi primer y, hasta ahora, único acercamiento con una cuatrimoto de verdad…

En el rancho había 3 cuatrimotos:

a) la grandísima prepotente

(mucho mejor que la de esta foto)

b) la mediana cualquiera

más o menos como ésta

c) y la pequeñita no deseada

que hasta parece que se va a romper

En cuanto vi primer cuatrimoto grité: ¡pero qué maravilla, yo me quiero subir a una!... Yo creo que me escuchó la dueña y se compadeció de mí porque luego luego me invitó a subirme y obviamente acepté encantada…

Fue padrísimo porque nunca antes me había subido a una… de hecho nunca antes había conducido algún objeto que te transportara y que no fuera más allá de una bici, avalancha, patín del diablo o patineta.


Gracias a esta experiencia, he llegado a una conclusión: las cuatrimotos son el transporte perfecto porque:

1. Son fáciles de manejar, tanto así que yo lo pude hacer y no choqué, ni me caí, ni tuve algún accidente.
2. Gastan poca gasolina. Y aunque Calderón aseguró que en lo que resta del año ya no va a subir ni un peso más, eso ayuda para que no siga el calentamiento global y para nuestra mismísima economía.
3. No traen placas. (Bueno, al menos a las que me subí no traían) entonces así ya no pagas tenencia ni verificación ¡yeii!…

¡Oh las cuatrimotos, las cuatrimotos! Son tan perfectas que quiero una… aunque en la ciudad no son tan útiles gracias al trafical, pero de que rulean, rulean.
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