No traía carro, ni mi celular multiusos y tampoco me alcanzaba para irme en taxi… Entonces, con mi vida hecha pedazos, me quedé ahí como mensa esperando al camión que nunca llegó, y la lluvia se intensificaba rápidamente..
Pero me cansé de esperar y dije: “me voy corriendo a mi casa”
Sí así como decía la propaganda del Maratón Internacional de la Ciudad de México: “no esperes el camión, mejor entrena” Y qué me voy corriendo a mi casa...
Ésa fue la elección espontánea más sabia que he hecho… ¡correr en la lluvia es lo máximo (aunque de seguro mañana me dará gripa).
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3 comentarios:
Inicié también en esto de correr hace un par de meses. Nada oficial, ni por entrenamientos, ni siquiera en periodos regulares. Lo hice sólo para distraer mi mente de todo por un tiempo, olvidar y preocuparme sólo por tratar de vencer el agotamiento que me causaba hacerlo al principio (y aún, pero ya no tanto como antes).
Y empecé un día de lluvia, precisamente porque no encontré mejor ambiente ni motivación que el ver las gotas caer y sentir como aún cuando la ropa pesaba más y la mayoría de los que corrían decidían dejar de hacerlo en esas circunstancias, yo podía seguir y lo disfrutaba aún más.
Si te enfermas (que ojalá no suceda), ya pasará. Pero la experiencia siempre es genial. :)
Yo creo que ese propósito de vestir formal no te va a durar mucho, así me pasó a mi.
Aunque puede que contigo sea diferente
Estar bajo la lluvia es super romántico.
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