El mariachi con muletas

Acabo de ver a un mariachi que es la pura onda, porque aparte de tocó la trompeta fuerte y sin desafinarse (ja, como si supiera de música), fue muy cumplido porque no le importó andar en muletas y llegó puntualísimo a la fiesta:

“El mariachi con muletas” es equivalente a “el gato con botas”

Pero no sólo con eso se diferenciaba el señor mariachi… ¡no! También era la pura onda porque, a pesar de que ya era de noche, traía lentes oscuros para el sol:

Quiubo con el glamour

¡Ah qué mariachis estos! Ahí para cuando haga una fiesta, seré la primera en llamarlos y contratarlos para que me canten un rato C=
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